¿Cuánto cuesta contratar un abogado?

Por ley, el abogado, en el ejercicio de su profesión liberal, está autorizado a negociar sus honorarios. Esto garantiza un régimen de competencia entre abogados y una independencia de estos últimos. No hay una tarifa fija, (aunque en algunos colegios de abogados provinciales dan tarifas mínimas estimativas). Los aranceles son fijados por un contrato entre el abogado y su cliente. Esto implica que el cliente puede negociar la modalidad de pago y que el abogado intenta tomar en cuenta la situación financiera de este.

En suma, se fijan los honorarios de antemano mediante la firma de un contrato. Existen dos tipos de contratos: el convenio de honorarios y el pacto de cuota-litis.

El convenio de honorarios

Es un contrato por el cual el cliente se compromete a pagar al abogado por su trabajo. Se puede pagar de varias maneras: cuotas mensuales, por anticipado, en el momento de las audiencias, etc.

Pacto per Cuota Litis

Como en varias ocasiones, los clientes no tienen suficiente dinero para abonar se puede convenir un pacto per CUOTA LITIS. Este contrato estipula que el cliente pagara una vez el juicio ganado y el pago representará un porcentaje del dinero del juicio ganado. Dicho porcentaje varía entre 20% y 40%. En este caso, el abogado asume el riesgo: si no gana el juicio, el cliente no le paga. Esta solución económica es empero muchas veces difícil de llevar a cabo pues uno nunca tiene la certeza de ganar y juicio y, siguiendo el dictamen popular, hay juicio y juicios. No es lo mismo demandar a un individuo que demandar a una poderosa multinacional. Resulta lógico, y es por eso que los abogados solo proponen a sus clientes este tipo de contrato cuando están medianamente seguros de ganar.

Costos del proceso judicial

Además de estos honorarios, están los costos del proceso judicial. El juez fija estos costos (dependiendo del tipo de juicio y demás consideraciones). Hay dos posibilidades, o el que pierde debe abonar todo o los costos son repartidos independientemente del resultado del juicio. En este último caso, los costos siguen siendo proporcionales: el que pierde debe pagar más que la otra parte.

Recomendaciones generales a tomar en cuenta antes de contratar a un abogado

En regla general, se recomienda estar atento a algunos detalles: por ejemplo, para las sucesiones, los abogados pueden pedir honorarios en función de la valuación fiscal del bien o en función del precio real (el precio del mercado). Se entiende que el precio la valuación real del bien es mucho más elevada que la valuación fiscal del bien.

Otro elemento concierne la relativa autonomía del abogado. En casi toda causa judicial, el abogado puede actuar de dos maneras como apoderado o patrocinante. Cuando el abogado es patrocinante, necesita la firma del cliente en todos los actos, escritos. Esto le da mayor control al cliente pues puede seguir con más facilidad los tramites del abogado pero también implica una mayor atención del cliente (se deberá reunir más seguido con el abogado). Teniendo el patrocinio jurídico el cliente es responsable de las acciones del abogado, por lo tanto si este se equivoca el cliente no podrá echarle la culpa tan fácilmente. Para solucionar dicho problema, se recurre a un poder, permitiendo al abogado de firmar todos los escritos por su cliente. Se recomienda otorgar un poder solo por circunstancias determinadas (lejanía, enfermedad, etc.) o en el caso de un determinado juicio (con lo que se debe pedir un poder especial y no un poder general que le otorgaría al abogado una autonomía de acción para todos los juicios de su cliente).